Era el jugador más esperado, buscado por todas las cámaras y por todas las miradas. Otro podría haber sentido la presión. Un campeón no. Un campeón aguanta la presión y la convierte en adrenalina. No hemos descubierto hoy que Gonzalo Higuaín pertenece a la segunda categoría, simplemente lo ha vuelto a demostrar marcando el gol de la victoria del Juve-Napoli y permitiendo a los bianconeri sacar ya siete puntos a los partenopeos.
Todos los goles han llegado tras la reanudación. En la primera parte, lo mejor ha sido el ambiente del Stadium, que bate el récord de asistencia y el récord de taquilla. Durante 20 minutos, ambos equipos se respetan demasiado y aunque la Juve tiene más el balón no había ocasiones hasta los acercamientos de Lichtsteiner y de Khedira con Higuaín.
Cuando en el 40' Allegri pierde a Chiellini, en vez de meter a Benatia decide optar por Cuadrado para mandar una señal al equipo: hay que arriesgar más. Lo repite en el descanso porque después el equipo muestra una marcha más. Y así llega el gol de Bonucci tras error de Ghoulam.